Un pequeño saludo de Edwiges, que estos últimos días ha estado bastante inquieta... le da por ponerse a correr de un lado a otro, salta, grita, araña, muerde... Pero no deja de ser un dulcecito de gatica.
No deja de ser curioso la forma en que llegó a mi: una semana después de mi cumpleaños, el sábado por la noche había ido a un bar, del cual mis amigos y yo nos salimos pronto, pues el ambiente no era el mejor. Nos fuimos a sentar a una banca en el Jardín Principal de la ciudad, y de repente, de la nada y por la acera de enfrente, vi que ella venía, corriendo, y directo hacia mi; llegó, se detuvo, comenzó a repegarse en mis zapatos, y ya no nos separámos el resto de la noche. Y hasta el momento, de nuestra vida, ¡¡¡jajajaja!!!.
Nunca sabré de donde vino, pero ha sido una gatica bastante domesticada, aunque de vez en cuando le da por hacer desmadres. Y pensar que ahora hasta novio trae... Creo que pronto tendré Edwigitas :S
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