Hoy... hace un mes - III -

24/NOV/2005

Este jueves, por la tarde, acudí con una profesora de la Universidad, especialista en Neuropsicología, para comentarle sobre el caso de mi padre. La profesora Mirella se mostró muy accesible, pero mejor aun fue el hecho de que las expectativas de recuperación eran altas, así lo indicaban la tomografía y los síntomas que yo le describí a ella. Así, volví al hospital a darle las buenas noticias a mi mamá. Esa noche, mi padre tosía de manera insistente, al igual que mi mamá, e incluso yo comencé a sentir molestias en mi garganta. Hacía frio, sin embargo, el pequeño diagnóstico de la profesora me inyectó ánimo, por lo que esa noche dormí un poco más tranquilo, a comparación de las noches anteriores.

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