Adiós, Noviembre, te vas

Te vas ya, y te llevas buena parte de mí. Hoy, como hace un año, me dejas con un gran vacío. Te vas, y me queda la tristeza de un adiós, dos adioses no deseado por mi. Te vas, 30 días que, hoy como ayer, señalaron el final de épocas importantes en mi vida. Adiós, Noviembre, te vas, me dejas solo, te vas y me quedan tus recuerdos de días difíciles, de horas amargas, de noches frías, de lágrimas derramadas, de desesperación, de sentimientos de derrota, del silencio, de vacíos, y del calor que da el rayo del sol del amanecer que sigue a la más oscura de las noches. Adiós, y aún una parte de mí se niega a despedirse del todo, aun hay dentro mucho que se niega al adiós, al final, al desenlace, al cierre que tú, Noviembre, pareces empeñado en enmarcar. Te vas, agonizas, y contigo parecieran morir tambien mis esperanzas. Pero sé que ellas te sobrevivirán, y a la primera luz de tu hermano mayor, Diciembre, resurgirán como una flor en plena primavera otoñal.