Girando...

Vuelta tras vuelta, una y otra, girando sobre mi mismo, sin perder el constante equilibrio, entre el abismo y la pared, girando, una y otra, vueltra tras vuelta, tirando las neuronas por la borda, pedacitos de estrellas apagadas hace muchas lunas ya, entre las penumbras que dejan los años al pasar.

Girando, y perdiendo el equilibrio hasta caer en el caliente polvo del piso de tierra donde suelen sembrarse las flores plásticas para calmar ansiosos corazones. Pero si me ves, no he caído, es solo la fantasía de la caída y la elevación, el eterno juego de seguir dando vueltas, en el que, ante mis ojos, lo mismo veo pasar a los antiguos fantasmas y cascarones de almas rotas, que las hojas de las palmas que me invitan a descansar al fin bajo su sombra rítmica.

Más las entelequias y las telarañas se enrredan entre si mismas, termina por ser una mezcla deforme. Y de enmedio de esa plasta, salgo y sigo girando y girando...

Comentarios

  1. Pues en realidad no entiendo cuál es el motivo de tantos giros en la vida... o sabes, si lo entiendo, es más, lo entiendo muy bien, lo que no entiendo es por qué te aferras a él si, como tu dices en tu blog, te atrapa como en una telaraña y te tendrá indefinidamente de un lado para otro, sin dejarte escapar, sin darte equilibrio... From Colombia, the best country of the World

    ResponderBorrar

Publicar un comentario